1. Si cultivas la gratitud, tu ser se expande a la oportunidad de recibir mayor abundancia.
2. Al soltar, depuras tu interior de todo aquello que ya no necesitas y así, abres espacio para que lleguen nuevas situaciones y personas.
En la primera te permitirás reconocer todo aquello por lo que agradeces, del ciclo que está a punto de concluir. Trata de encontrar gratitud incluso en lo más cotidiano, como tener agua caliente para bañarte o una nevera llena de opciones para elegir.
La segunda etapa consiste en identificar y soltar todos aquellos prejuicios, rencores, miedos y patrones mentales que te han limitado: dejarlos ir desde la conciencia.