Es una mirada de adentro hacia afuera, es una apuesta que vincula toda nuestra esencia en una ruta de formación.
Porque construimos una consciencia de la educación del siglo XXI y esto nos lleva a preguntarnos: ¿Qué requieren los maestros de esta nueva forma de educar? ¿Cómo se vinculan los padres de familia en este sentido?
La Ruta Singular impacta a estudiantes, equipo de trabajo y familias desde una postura denominada: “Transformarme para transformar”, que busca volver al origen de nuestros saberes, de nuestro SER y de nuestro hacer, que retoma las habilidades y competencias en cada uno de los participantes desde una mirada individual: YO y desde una mirada colectiva: LOS OTROS.
Hacia el exterior, vinculamos a nuestros diferentes grupos de interés.
La Ruta Singular propone espacios de formación híbridos entre lo presencial y virtual desde su creación.
En la actualidad, sus contenidos son principalmente virtuales.
Por medio de prácticas educativas que reconocen al SER, su SABER y su SABER HACER
Como sujeto activo de su aprendizaje, lo que le permite transformar en si mismo y en otros,
su contribución al desarrollo de sociedades conscientes de su interrelación sistémica, donde uno es el resultado de todos juntos.
Para contribuir a la transformación de los procesos educativos, los cuales promueven un cambio de paradigma en la educación en el mundo.
Donde se reconozca su singularidad como sujeto activo, consciente de su ser simple, equilibrado y armónico.
Esté en capacidad de adaptarse a entornos cambiantes, crear conocimiento, relaciones y transformar la sociedad.